10 razones para visitar Sevilla este verano

1. Muchas horas de luz. Durante el verano podemos disfrutar de los días más largos del año, lo que permite sacarle mucho partido a las jornadas y exprimir al máximo nuestra visita.

2. Gastronomía veraniega. El calor modifica los hábitos de las personas, sus costumbres y, como no podía ser de otra manera, también su alimentación. La gastronomía cambia de tercio en verano y se enfoca hacia recetas mucho más refrescantes e hidratantes, con sopas frías como el gazpacho, el salmorejo o el ajoblanco, y aliños como el cóctel de marisco o la pipirrana, sin olvidarnos de bebidas como el tinto de verano o la sangría. ¡La excusa perfecta para saborear los platos más fresquitos de la cocina andaluza!

3. Terrazas alrededor del Guadalquivir. El antiguo río Betis se convierte en un auténtico ventilador natural en las noches de verano, con mucho ambiente en las terrazas de bares y restaurantes que pueblan sus orillas.

4. Ciudad preparada para el calor. Los sevillanos estamos más que acostumbrados a las altas temperaturas y somos los primeros interesados en sobrevivir cada verano, por lo que la ciudad cuenta con los medios necesarios para combatir el calor en los meses que se dan las temperaturas más altas del año: aparatos de aire acondicionado, sistemas de agua pulverizada, toldos…

5. Helados autóctonos. Verano y helados son palabras sinónimas prácticamente. Los meses estivales relanzan a las heladerías sevillanas, que llenan sus vitrinas con sabores típicos de la región, como azahar, rebujito, naranja de Sevilla o pestiño.

6. Noches con mucha vida. Durante la época estival las actividades culturales en torno a la noche sevillana se multiplican. Conciertos, espectáculos, visitas, sesiones de cine… La noche no termina cuando lo marca el reloj, sino cuando lo decide el viajero.

7. Bicicleta o bicicleta eléctrica como medio de transporte. El extenso carril bici y un perfil totalmente plano permiten desplazarse con comodidad por toda la ciudad. Las distancias se reducen, todo está mucho más cerca gracias a la bicicleta.

8. Los patios como pulmón. Sevilla cuenta con multitud de patios andaluces que son dignos de visitar por su colorido y por su sistema de acondicionamiento bioclimático que contribuye a refrescar los edificios de forma natural.

9. Parques y zonas verdes. Sevilla cuenta con diversos parques repartidos por toda la ciudad donde encontrar sombras naturales que nos permitan resguardarnos del calor y disfrutar de la urbe desde otro punto de vista. El Alamillo, Parque de María Luisa o Los Príncipes son algunos de los más bonitos de la ciudad.

10. Calles estrechas que nos protegerán del sol. Sevilla cuenta con uno de los centros históricos más grandes del continente, y eso tiene una gran ventaja: el estrecho trazado de sus calles consigue mantener el sol lejos de nosotros en la mayor parte de las zonas turísticas de la ciudad.

Sevilla tiene un calor especial, un calor acogedor y con vida. ¡Ven a visitarnos!